En pleno 2024 son pocas las cosas que sorprenden del actual mandato del presidente Gustavo Petro. Sin embargo, siguen existiendo límites que el ejecutivo traspasa y que atentan contra el sentido común, saliéndose no solo de lo inmoral, sino que llegan a lo imposible o innombrable. 

 

Con preocupación, Colombia ha padecido durante estos más de dos años de gobierno una mala gerencia de la empresa más importante del país y de las más representativas de América Latina, como es el caso de Ecopetrol S.A., la cual ha reducido sus utilidades en un 24,2%, según los informes de gestión de la entidad. Además, ha tenido que paliar diversas crisis energéticas y debates de control político a raíz del riesgo que representan los futuros negocios de importación de gas y el desincentivo constante a las energías fósiles. 

 

Más allá de todo este tema técnico, que compromete a un amplio sector de la economía, la petrolera sufre, al igual que muchas otras instituciones del Estado, una crisis de gobierno empresarial que pone en vilo las discusiones técnicas que por años se han mantenido y que han permitido que esta empresa se convierta en una de las más estables dentro de la economía nacional. 

 

Parte de la crisis de gobierno inició con la elección de la exsenadora Ángela María Robledo en la junta directiva de Ecopetrol. Esta mujer no cuenta con los estudios pertinentes para ocupar un puesto de tanta importancia, pues su título la certifica como psicóloga y no es precisamente esta la hoja de vida que se esperaría para trabajar en la empresa de hidrocarburos más importante del país.  

 

Por otro lado, finalizando el año 2023 se conocieron, a través de los medios de comunicación, las denuncias hechas por parlamentarios y accionistas de la compañía quienes afirmaron encontrar egresos en la caja menor de la presidencia y también en algunos contratos; egresos con los cuales el compañero sentimental del presidente de la empresa, el señor Julián Caicedo, financiaba viajes, lujos, fiestas y cenas en diferentes países. En medio de todo el escándalo y la convulsión que comprometía esto, las investigaciones nunca fueron claras y no se volvió a saber de la vida del señor Caicedo ni de sus lujos pagados con el dinero de los hidrocarburos colombianos. 

 

Asimismo, el señor Roa enfrenta diversos debates políticos donde varios de los miembros de la Cámara de Representantes le han solicitado que continúe con la exploración petrolera y gasífera en el país, así como la invitación a mejorar las cifras de extracción de hidrocarburos. ¿El resultado? El mantenimiento de políticas discursivas que pretenden esparcir el virus de la vida por el universo, haciéndose los de la vista gorda y, como consecuencia, dejando al país sumido en crisis. 

 

No obstante lo anterior, lo único que sí tiene extracción sin pena ni gloria son los recursos de los colombianos, pues se ha aumentado la planta burocrática de la compañía y se han nombrado a personas que no cuentan con la preparación adecuada y que, además, le han hecho mucho daño a las ciudades donde han gobernado. Es el caso del señor Esteban Restrepo -mano derecha de Daniel Quintero- quien llegó como nuevo secretario privado de Ecopetrol y a quien muchas personas ven con preocupación luego de su paso por la administración del Distrito de Medellín. 

Cambios en manuales de funciones, chantajes, intercambio de favores y muchas, MUCHAS investigaciones es lo que el señor Restrepo tiene en su hoja de vida. Sin embargo, parece ser que, para obtener un alto cargo en el gobierno Petro, se necesitan uno, dos o tal vez todas las cosas que acabo de mencionar, e incluso, en algunos casos, un prontuario penal.

 

Aunque, con todo esto, los colombianos esperamos que Ecopetrol no pierda su capacidad de ejecución en diversas estructuras que mantienen el soporte de los hidrocarburos, además de que podamos mantenernos con sostenibilidad de forma que, en el 2026, la recuperación de la compañía y el sector minero energético sea algo que nos lleve a la exploración, explotación y crecimiento de la economía. Confundieron la extracción del petróleo con la corrupción clientelar para extraerle el dinero a los colombianos.