Buscándote

Jorge Hernán Arango
Universidad Nacional
Mi vida es simple,
quizá demasiado,
la veo plana.
Para algunos tranquila.
Sin sustancia.
Por eso busco,
a eso me dedico;
rebusco en cualquier lugar,
entre la tierra y la piedra,
en la basura y el cielo.
Y siempre encuentro un tesoro,
siempre lo encuentro.
Llego al éxtasis;
lo observo, me deleito en él
hasta confundirlo.
En una mirada la Luna,
en un roce, una caricia,
en una mirada el destierro,
en una mirada la muerte,
la furia, mi furia.
La contemplo
La admiro
La devoro
La consumo
Me envuelve hasta ser uno
Me despedaza
Me aflige con violencia.
¡La sazón en mi vida!
Con desespero extraigo
la gota que espera
el alma encerrada.
Sabe a rio.
Y la boca reseca resurge en silencio,
noto lo nimio del sueño;
las cosas en calma
se van con el viento
y justas se alejan
con vil movimiento,
me encuentro solo en mis pensamientos.
Perezco.
Ahora me alejo,
sollozo la mentira.
Lo que era brillante
se torna friolento,
regreso al estado del tiempo,
retorno a la vida uniforme,
sin viento.
A seguir viviendo,
a seguir viviendo.



