La censura de Trump a la educación

Samuel Felipe Hernández
Fundación U. Los Libertadores
El presidente estadounidense entró en conflicto con las universidades desde que entró a la Casa Blanca, articulando que estos espacios generan ideologías marxistas, antiestadounidenses y de izquierda radical. También ha mostrado una postura radical en contra de los extranjeros, tanto así que decidió cancelar los certificados para la admisión de estudiantes extranjeros a Harvard.
La respuesta de la universidad ha sido clara y contundente: ellos no van a seguir las normas que quiere implementar el gobierno federal. El presidente de Harvard se ha pronunciado sobre esto defendiendo el derecho a la propiedad privada, donde exclama que ningún gobierno puede elegir qué se va a enseñar y quiénes son los admitidos. Esta postura es clave, puesto que Donald Trump busca quitar derechos y empezar a perseguir a las personas que cuestionan sus absurdas decisiones, como el decreto que firmó en enero, el cual busca combatir el antisionismo.
Otro punto a tener en cuenta es que Estados Unidos ha mostrado el apoyo total al genocidio que se está viviendo en Palestina. Gracias a esto ha firmado varios decretos a favor de los israelitas. Uno de ellos prohíbe las protestas en contra de Israel; orden que no fue acatada, puesto que los estudiantes siguieron marchando, ya que lo que se está viviendo en Palestina es una violación de derechos y un genocidio. Por esta razón varios estudiantes han decidido marchar en contra de Israel. La respuesta ha sido la creación de un grupo de trabajo federal antisionista, el cual busca la persecución y la censura dentro de las universidades que tengan estudiantes que defienden los derechos para los palestinos.
Trump, al ver la postura de Harvard, decidió mandar una carta que presentaba unas exigencias, las cuales, si no se cumplían, iban a reducirse los financiamientos. Los postulados de esta carta eran netamente anti derechos, puesto que buscaba eliminar las protestas y las políticas de DEI (diversidad, equidad, inclusión). Las exigencias no fueron aceptadas, así que el gobierno le quitó este financiamiento y decidió invertir este dinero en instituciones que apoyen el racismo, que estén en contra de los transgénero y que defiendan la “familia tradicional”. Este presidente ha tomado unas decisiones que recuerdan a la Alemania nazi, puesto que este señor cree que los Estados Unidos son los dueños del mundo y que todos tienen que arrastrarse a ellos, censurando, persiguiendo y atacando al que piense distinto.
Es muy bien sabido que el país de la democracia y la defensa de derechos se queda simplemente en eso, puesto que es el primero que busca sus beneficios no solamente haciendo uso de la violencia, sino también con presiones económicas, ya que si no aceptan las condiciones que pide ataca con alguna sanción. Lo está viviendo Harvard y lo vivió el resto del mundo con los aranceles. Estas prácticas son nacionalistas e imperialistas.



