Dulce niña

Mateo Montilla Paipa
Universidad del Rosario
Oh dulce niña de pálida piel
Tu cuerpo lo adorna cuervos aduladores
Los murmullos me dejan en las sombras
Sombras de tus besos
Secretos de tu voz que brinda suavidad, alejas tu piel añorando el cementerio
Tus manos se van pudriendo y los cuervos van riendo
El lascivo deseo me devora
Pero rezo a tu luz para que no pliegues tus aromas
Ceñida, pálida y muda
Caminas entre una luz tenue y pálida
Desapareces entre sí
Y mi sombra se aleja de ti
Solo una sombra larga
Dónde hay más luz que una noche de fiesta
Dónde el infinito negro pasa
Dónde la luna se queda,
Eres la plata de vida
Ruiseñora incluso muda
Siento frío entre tus dedos
Solo mi sombra y los rayos de la luna te esperan,
Las ranas cantan
Todo el mundo se aparta