Treguas

Brayan David Parra
Politécnico Grancolombiano
Y en la tierra, cantan las lágrimas de niños perdidos,
Escondidos, como girasoles sin caricias de tenues rayos,
Opacados, por opiniones explosivas que destruyen el alma y la razón.
Flores marchitas, incapaces de reír, de respirar;
Intentan —cruelmente y sin éxito—, caminar por prados infinitos repletos de tonos verdes importados.
Amanecer triste teñido de sangre que ni los octavas pueden limpiar,
Soñando con otro día.
Pero ya es hoy, y hoy fue como ayer,
Y ayer será mañana.
Y mañana se harán canciones sobre los enterrados intentando revivir suspiros olvidados.
Y entre escombros, miles de cantitos juveniles nunca serán removidos,
Miles de voces sin eco,
Miles de millones de palabras silenciosas.
Miles y Miles han de buscar,
Y miles de millones se perderán eternamente.
Y solo, única y exclusivamente, por gritos sin gracia en ciudades falsas.
Por balas disparadas por desalmados y recibidas por desarmados,
Desarmados intentando encontrar las piezas faltantes de estrellas, entre las galaxias perdidas.
Lloran en la tierra lágrimas de viejos destruidos,
Agonizando su soledad,
Desesperados por ausencias de retratos,
Y recordando, por últimas veces,
Como la vida, era más colorida cuando estaba a blanco y negro.



